El poder del amor propio
El amor propio es el primer paso para cualquier tipo de crecimiento, el poder del amor propio es infinito. En este artículo conoceremos más de este concepto y algunas recomendaciones para fortalecerlo.

¿Qué es el amor propio?
Amor propio es el sentimiento de consideración y estima personal hacia nosotr@s mism@s. Tener amor propio es ser honest@s con nosotr@s mism@s y tomar decisiones a favor de nuestro bienestar.
Amarse a un@ mism@ es fundamental para vivir en plenitud. Amarnos a nosotr@s mism@s supone reconocernos, atender nuestras necesidades vitales, aceptarnos, respetarnos, amarnos por ser quienes somos y trabajar para conseguir lo que creemos merecer.
Autoestima y Amor propio
La autoestima puede ser definida como la percepción que tenemos sobre nosotr@s mism@s y que reconocemos sin importar lo que crean o nos digan los demás. La autoestima es un sentimiento positivo, generador de confianza y entusiasmo, que contribuye a la realización, a la felicidad y al éxito personal y social de cada persona.
El amor propio es un estado de aprecio que va surgiendo a medida que hacemos cosas por y para nosotr@s mism@s.
Podemos concluir que autoestima y amor propio van de la mano, aunque no necesariamente signifiquen lo mismo. Mientras en la autoestima conocemos nuestro propio valor, con el amor propio buscamos lo que creemos merecer.
¿Por qué deberías amarte a ti mism@? La intención no es amarte a ti mism@ de manera romántica, frívola o en vano, sino de aprender a aceptarte, respetarte y reverenciarte a ti mism@.
8 señales de amor propio
Crees en ti mismo: Conoces tus capacidades y tus defectos, reconoces tus errores y sacas provecho a tus habilidades.
No temes probar cosas nuevas: No sientes miedo a probar cosas nuevas y mantienes una mente abierta, siempre dispuest@ a tomar en cuenta nuevas formas de hacer las cosas.
Sabes escuchar a los demás: El estar bien contigo mism@ te permite apoyar a otros.
Te aceptas tal como eres: Has aprendido que nadie tiene poder sobre tus pensamientos o decisiones más que tú mism@.
No te afectan las críticas: No te preocupa lo que las personas piensen de ti, sino lo que tú piensas de ti mism@.
Sabes lo que te hace feliz: Sabes cuáles actividades te agradan y cuáles no, por ello, no te importa negarte a hacer algo que no te gusta.
Tienes tiempo para hacer lo que te gusta: Te enfocas en ti y en poner tu felicidad por encima de todo, estás dispuest@ a sacar tiempo para ti y las actividades que te gustan.
Eres una persona positiva: Has aprendido a aceptar las adversidades como oportunidades que pueden dejarte una riqueza incalculable, incluso más que las buenas noticias.
¿Cómo fortalecer el amor propio?
Aprender el amor propio es un proceso que requiere tiempo y compromiso, pero vale la pena.
Observa cómo te tratas: Ten en cuenta la forma como te hablas. Pregúntate: ¿Cómo me hablo a mí mism@? ¿Cómo me estoy tratando? ¿Qué estándares me estoy poniendo? La conciencia es el primer paso para cambiar.
Cambia tu lenguaje: Las palabras son poderosas, crean nuestra realidad. Comienza reformulando tu lenguaje, por ejemplo, reemplaza “Estoy gord@” por “estoy aprendiendo a perder peso”.
Autocompasión: Cuando te hables, piensa: ¿Esto se lo diría a mi mejor amig@? Si no es así, cámbialo para que sea más comprensivo. Este es uno de los pasos más importantes para el amor propio. Si no puedes tener compasión por ti mism@, será muy difícil dar los siguientes pasos: perdón y aceptación.
Perdónate: Todos cometemos errores. Así como se puede perdonar a seres queridos por sus errores, es posible perdonarte a sí mism@. El perdón es un poderoso acto de amor propio.
Conócete: Tómate el tiempo para aprender y comprender quién eres realmente. Reconoce tus fortalezas, tus debilidades y tus límites sin juzgar.
Autoaceptación: Comienza por a aceptarte todo: lo bueno, lo malo, lo bonito y lo feo. Tal como lo haces con tu pareja, con los amigos y familiares. ¿Amas cada cosa de ellos? Probablemente no, pero los aceptas por todo lo que son, porque nadie es perfecto. Nuestro nivel de autoaceptación determina nuestra felicidad.
Confronta y supera tus miedos: Al dejar de lado los miedos, la tensión y el temor al fracaso desaparecen, te abres a nuevas posibilidades y capacidades que antes no conocías. Pregúntate a ti mism@: ¿Qué es lo peor que podría pasar? ¿Realmente es probable que suceda?
Invierte en ti: Comprométete a invertir tiempo en ti. Empieza poco a poco con 5 o 10 minutos al día. Puedes llevar un diario de perdón, de gratitud o de indicaciones positivas. Este tipo de ejercicios pueden ayudarte a liberar los pensamientos negativos y volver a concentrarte en todas las cosas que aprecias y te gustan de ti mism@.
Cuanto más practiques y te concentres en todo lo bueno que hay en ti, más fáciles serán estos pasos. Encuentra un ritmo que te funcione y recuerda que cada pequeño paso te acerca a amarte más.
*Tomado de: https://www.psicologaonline.org/el-poder-del-amor-propio/